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| Un Ford Mustang 1964 a estrenar, para un joven de dieciséis años. ¿Alguien hubiera dicho que no? |
Seguramente, cuando cumpliste la edad suficiente para tener un auto, soñaste con que apareciera uno en la puerta de tu casa. Algunos son más afortunados que otros, y cuando se es el bisnieto de Henry Ford, los regalos aparecen más facil. Después del salto, el Mustang de Edsel Ford.
Igual que yo, apenas alcanzaste los 18 años, seguramente -además de correr a sacar la licencia de conducir- soñaste con que un día apareciera un auto en la puerta de tu casa con un moño rojo en el techo, y las llaves en tu mano. Si no te pasó no te desilusiones, bienvenido al club.
Pero cuando tu bisabuelo es nada menos que Henry Ford, y tu padre es uno de los directores de una de las automotrices más importantes de los EE.UU, la situación cambia bastante. Esto le ocurrió a Edsel Ford, hijo de Henry Ford II.
En 1964, Edsel cumplió los dieciséis años, la edad necesaria para conducir de forma legal en los Estados Unidos. Cuando llegó la navidad, hacía apenas ocho meses que el Ford Mustang se encontraba disponible en el mercado, pero ya era un éxito.
Por orden de Henry Ford II, padre de Edsel un Mustang Fastback entró a la linea de montaje para ser pintado en blanco perlado, con franjas azules a lo largo de la carrocería, así como en la parte baja de los laterales.
Recibió además una entrada de aire sobre el capot, detalles cromados, y espejos retrovisores montados en las aletas, como en las variantes del Mustang destinadas al mercado europeo. La tapa del tanque de combustible tenía las iniciales de su próximo dueño grabadas: EBF II -Edsel Bryant Ford-.
El 27 de diciembre, dia del cumpleaños de Edsel, el Mustang estaba listo.
"Bajé las escaleras aquella mañana con mis hermanos, y mi padre me dijo que mirara afuera", recuerda el actual directivo de Ford. "Este increible Mustang estaba en la calle. Inmediatamente agarré mi abrigo y mis zapatos y salí a verlo".
"El sonido del V8 de alta performance y 289 pulgadas era intoxicador", agrega. "Ese día lo conduje solo unos minutos porque había demasiada nieve, pero tan pronto pude lo conduje todos los días". El Mustang se convirtió en el auto de uso diario de Edsel, hasta que terminó la secundaria.
Tuvo un final trágico. Cuatro años después de haber caido en manos de Edsel, el Mustang fue destruido por uno de sus amigos en un accidente sin consecuencias para el conductor. Las imágenes de esta nota aparecieron recientemente en los archivos de Ford, y corresponden al día en que el Fastback abandonó la planta.
