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| Mazda comenzó a vender el MX-5 en 1989 y de ahí en más, nació un modelo de culto. |
Aprovechando que la marca nipona está regresando a Uruguay, hoy haremos un repaso por uno de los modelos más exitosos y emblemáticos de la firma de Hiroshima. El Mazda Roadster, MX-5 o Miata, como quieras decirle, cumple apenas 25 años de vida, pero ya es todo un clásico.
Han pasado 25 años desde aquel 10 de febrero de 1989 en el que presentamos el primer MX-5. En este tiempo, este roadster nipón ha experimentado una progresiva evolución en su diseño y ha incorporado importantes innovaciones tecnológicas.
Pero siempre ha conservado intacta la conducción pura Jinba Ittai (traducción del japonés para "la perfecta unión entre el jinete y el caballo") y la agilidad, ligereza y diversión que lo han convertido en un modelo de culto. La nota se centrará en la primera generación, ya que es la que dio inicio a la leyenda. Arranquemos con la clase de historia japonesa sin más.
Ese día, el 10 de febrero del 89, se inauguraba una nueva edición del Salón de Chicago en la que entre muchos deportivos se presentaban los Acura NSX, o Corvette ZR1, un pequeño biplaza japones con aspecto de juguete, se presentaba ante el público por primera vez en un llamativo color amarillo, con unas ópticas clásicas en lugar de los faros escamotables, una tapa para la capota y un alerón sobre el portón del baúl. ¿Su nombre? MX-5.
Retomando la filosofía de aquellos pequeños roadsters británicos de los sesenta, pero combinados con la fiabilidad de la mecánica japonesa, el Mazda MX-5 se presentaba como el indicado para revivir ese tipo de productos.
Mientras en aquel entonces Lotus ofrecía al Elan, y Alfa Romeo a la última generación del primer Spider, Mazda llegaba con un producto fresco y que a diferencia de algunos rivales, contaba con tracción trasera y un costo muy accesible, apenas 13.800 dólares en los Estados Unidos. Un Alfa Spider valía un poco menos del doble, 23.950 dólares para ser exacto.
Bajo la consigna de fabricar un roadster económico y alcanzable, Kenichi Yamamoto, presidente de Mazda por entonces, contrató a un grupo de diseñadores e ingenieros para crear al Miata. A finales de 1986 el proyecto estaba encaminado y aprobado por el directorio de la empresa, mientras que a comienzos del 87 ya circulaban las primeras unidades de pruebas.
El primer MX-5, denominado internamente NA, contaba con un diseño sencillo, con una parrilla redondeada, algunas curvas y los característicos faros escamotables. El motor era un cuatro cilindros, atmosférico de 1.6 litros y una potencia de 115 caballos y un par de 135 Nm, asociado a una transmisión manual de cinco relaciones u opcionalmente a una automática de cuatro. El motor estaba bastante retrasado respecto al tren delantero, muy próximo al habitáculo, mientras que la tracción, como ya dije, era posterior.
Tenía una longitud de 3.950 mm, una ancho de 1.675 mm y una altura de 1.225 mm, siendo su distancia entre ejes de 2.265 mm. Su peso era otra de las claves fundamentales en su diseño, quedándose esta primera generación por debajo de la tonelada con 970 kg y buscando además en su desarrollo un perfecto reparto de pesos del 50% entre ejes.
También estaba disponible un volante y un pomo del cambio firmados por Nardi y acabados en madera, estando también disponible un tirador del freno de mano con el mismo acabado. Junto a las llantas originales, de 14 pulgadas, había alternativas con el sello de BBS o Enkei de 15 pulgadas y se ofrecía un techo duro opcional que, inicialmente, sólo estaba disponible en color rojo.
De serie contaba con una capota de lona manual, que se mantendría así hasta la llegada de la tercera generación, mientras que en la cuarta, lanzada la semana pasada, volvió a la manual.
Tras la primera versión del MX-5, llegó en 1994 una nueva alternativa más potente con una mecánica de 1.8 litros y 133 cv, mientras que el 1.6 reducía su potencia hasta los 90 caballos. Además en esta evolución se introdujeron nuevas medidas de seguridad, con nuevos refuerzos y el airbag del conductor.
En el año 1992 salió de producción el MX-5 número 250.000, y para el año 2000, cuando ya estaba comercializándose la segunda generación del pequeño roadster, según el biplaza más exitoso de la historia, con una producción total de 531.890 unidades.
