Modelos con historia: Lancia Delta Integrale

martes, 14 de enero de 2014



Producido entre 1983 y 1994, el Delta Integrale fue uno de los modelos más emblemáticos de Lancia.
Así como hace un tiempo habíamos comenzado con algunas entregas de "Marcas con historia" hoy en Autoclassic también repasaremos la historia de algunos modelos emblemáticos. El primero es uno de mis favoritos personales de todos los tiempos, el Lancia Delta Integrale. 


Si bien el nombre Delta permanece activo hasta nuestros días, de las tres, es la primera generación es la que realmente importa, las otras son simples "rellenos de gama" dado su poco pedigree deportivo, en contraposición al riquísimo currículum que ostenta el primer Delta. A su vez, en 1980 fue elegido por la prensa especializada europea como "Auto del año".

Este modelo nació como el reemplazo del hermoso Fulvia, otro modelo que en lo personal adoro. El Delta de primera generación (Type 831) nació en 1979 utilizando la plataforma del Fiat Ritmo, pero con un diseño firmado por Giorgetto Giugiaro, padre del BMW M1, el primer Fiat Uno, o el hermoso Alfa Romeo Giulia Sprint GT, entre muchas creaciones famosas.


Las raíces del producto de Lancia yacen en un modelo de segmento C, pensado con un carácter familiar y mecánicas bastante modestas. Los primeros impulsores en ser comercializado eran un 1.302 cc de 75 cv o un 1.498 cc de 85 cv, ambos asociados a una caja manual de cinco relaciones. Incluso en el mercado griego, el Delta llevaba un 1.116 cc de apenas 64 cv.

Por suerte para todos los entusiastas de los modelos más prestacionales, la marca italiana comenzó a comercializar variantes más potentes. 1983 significaría el año del nacimiento de la leyenda. Aparecía el Delta HF (High Fidelity) Turbo. Llevaba el conocido biálbero del Grupo Fiat de 130 cv, compartido con otro modelo de la marca, el Lancia Beta. Alcanzaba los 100 km/h en 8 segundos y conseguía una velocidad final de 193 km/h.


Dos años más tarde nacía el Delta S4 para que Lancia pudiera mostrar los clásicos colores de Martini Racing en el Grupo B de rally, aunque también se fabricaron versiones de calle para homologar el modelo de competición. Estaba construido sobre un monocasco tubular de acero con carocería de fibra de vidrio. Estaba impulsado por un motor 1.7 litros sobrealimentado mediante un compresor volumétrico y turbo, que producía unos bestiales 400 cv. Los 200 autos homologados para la calle tenían unos más que respetables 250 cv.

En 1986 nacía el HF 4WD, que iba anticipando lo que vendría un año más tarde en materia de competición. Este modelo incorporaba un motor, también biálbero pero 2.0 litros con turbo, que alcanzaba 165 cv de potencia. La tracción era integral, usando un diferencial Ferguson central, de deslizamiento limitado, y uno TorSen en el eje posterior.


Curiosamente, con la eliminación del Grupo B de rally, en 1987 nacía el Grupo A, que tendría a Lancia como uno de los jugadores más importantes con su nueva creación, el Delta Integrale, que tomaba la posta del Delta S4 de la desaparecida, mítica, y peligrosa categoría.

Con el Integrale, Lancia se anotó cuatro títulos de pilotos (Juha Kankkunen en 1987 y 1991 y Miki Biasion en las temporadas 1988 y 1989), seis títulos de consecutivos de constructores (1987-1992) y 46 victorias de los 67 donde participó entre 1987 y 1992. Como algunos más veteranos recordarán, Gustavo Trelles corrió con un Delta Integrale en el Campeonato Mundial de Rally entre los años 1988 y 1992, y con la escudería Jolly Club en el 93.


Este, el Integrale 8v, es decir, el primero de la serie famosa, llevaba el mismo impulsor del HF 4WD, pero con 20 cv más, es decir, 185. El par máximo era de 304 Nm. A diferencia de aquel, se ensancharon los pasos de rueda y consecuentemente los neumáticos con cauchos 195/55 R16, que le daban una mejor tenida. Lograba 214 km/h de velocidad final y hacía el 0-100 km/h en apenas 6,6 segundos. Cifras incluso excelentes para nuestros días, 27 años después. El éxito fue tal de este modelo, que de las 5.000 unidades que Lancia tenía previsto fabricar, finalmente se construyeron 7.500.

En el 89, Lancia le sumaba potencia y ocho válvulas más al Delta Integrale, para darle vida al Integrale 16v. Se le incorporó el motor del Thema 16v, llegando a los 200 cv de potencia, y se modificó el sistema de tracción, mejorando el reparto entre ambos ejes, pasando del 56-44 del Integrale 8v a un más lógico 47-53, adelante y atrás respectivamente. Visualmente se lo notaba "más gordo" con el capot, guardabarros y tomas de aire de mayores dimensiones.


1991 fue el momento del gran cambio. El Delta mejoró en todos los aspectos con el Integrale Evoluzione, que aumentaba su potencia hasta los 210 cv, y visualmente contaba con una parrilla y sección posterior más ancha, paragolpes renovados y un alerón trasero regulable.

También significó el regreso al modelo de la sigla "HF". A su vez, en materia de chasis sumaba una barra antirrolido, cuatro frenos de disco con ABS, y en el interior sumaba butacas Recaro con Alcántara, además de un volante Momo, todo de serie. De todas las generaciones es la que más fanáticos recuerdan, por su pureza y estética perfecta.


Dos años más tarde llegaba el último de la raza, el Evoluzione 2. Sumaba más potencia, 5 cv más para completar 215, y un torque de 314 Nm, -14 Nm plus-. También sumaba un catalizador de tres vías, una sonda Lambda, inyección y gestión electrónica de Magneti Marelli, y un turbo Garrett de menores dimensiones, producto de las normas anti-contaminación europeas. Los neumáticos crecían hasta los 205/45 ZR 16. Fue producido hasta 1994, cuando fue el momento de que entre la segunda generación del modelo.
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