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| Una historia de amor entre un hombre y una italiana. Petrolicious nos cuenta su romance. |
Como bien dice la nota original de Petrolicious, todos los petrolheads estamos influenciados de formas diferentes. Algunos nos enamoramos de los autos por culpa de un tío, de un padre -en el caso de quien escribe fue natural y en parte por culpa de un abuelo-, mientras que otros consiguen amar a su auto por los problemas que le trae y el tiempo que le tienen que dedicar. Sí, somos gente rara.
Frank Mandarano es uno de esos. Tiene el Maserati 3500GT del video, que lo comrpó tras una visita en 1971 a la planta de la empresa italiana. Tan enamorado quedó, que unos años más tarde fue y se compró -otra- Maserati 3500GT, roja en ese caso, que como buen italiano, se rompió al día siguiente de adquirido, y pasó un buen tiempo buscando repuestos.
Fue entonces que pasó unos años junto a sus amigos entusiastas de la marca -sí, fundó un club Maserati en los Estados Unidos- comprando partes, repuestos, etc. para que los integrantes del grupo pudieran reparar sus autos. Aunque vendió el negocio donde trabajaba con esas piezas, no se dio cuenta que el amor por la marca fue creciendo lentamente.
Fue entonces que compró otro 3500GT, uno de los cinco que había 0km en México, y fue por eso que la apellidó "La Latina". Dice que disfruta de usarla en el desierto, solo escuchando el ruido del viento, así como el del impulsor seis en linea con block de aluminio, al que cuyo sonido describe como "primario".
Tanto disfruta que dice colocar tercera marcha y deja que el motor haga la música. Es más, tiene cuatro "instrumentos" para su banda. Definitivamente es amor a la italiana.
Video: Maserati 3500GT Will Make You Fall in Love
Fuente | Petrolicious
